Cuando decimos que la tecnología lo está cambiando todo, no solo hay que poner el foco en lo negativo de estos cambios. Por ejemplo, los pueblos inteligentes saben aprovechar los beneficios que les ofrecen las nuevas tecnologías para transformar el turismo rural, potenciándolo y beneficiando a la economía local de estos lugares. ¿Te preguntas cómo? ¡Te lo contamos!
¿Qué son los pueblos inteligentes?
Contenido del artículo
Los pueblos inteligentes son localidades rurales que adoptan tecnologías como sensores, Internet de las Cosas (IoT), conectividad y plataformas digitales para gestionar servicios públicos, energía, movilidad e información turística.
El objetivo de estos municipios es mejorar la calidad de vida local y ofrecer una experiencia moderna y atractiva a los viajeros. Se trata de herramientas que permiten transformar el turismo rural, al ofrecer comodidad, sostenibilidad y acceso inmediato a información de calidad.
Beneficios de la tecnología en el turismo rural
Los beneficios del uso de la tecnología en el turismo no están reservados a grandes ciudades,los pueblos inteligentes los están implementando con éxito.
Por ejemplo, que los visitantes puedan contar con aplicaciones para descubrir rutas, monumentos o servicios locales facilita la planificación y mejora el disfrute del entorno natural o casco histórico. Por otra parte, los sensores en iluminación, o el tráfico reducen el impacto medioambiental y garantizan el uso eficiente de recursos, alineándose con un turismo rural responsable.
En cuanto a la movilidad, los pueblos inteligentes promueven la sostenibilidad mediante cargadores para coches eléctricos o plataformas de movilización inteligente, lo cual hace compatible el turismo rural con las metas ecológicas actuales.
Ejemplos de aplicaciones tecnológicas en pueblos inteligentes
Estos son algunos usos prácticos de tecnología en pueblos inteligentes que quieran transformar el turismo.
- Guías interactivas. Aplicaciones que, al escanear un código QR, ofrecen información histórica, cultural o gastronómica de bienes patrimoniales. Algunos municipios apuestan por guías interactivas para diferentes públicos, como por ejemplo, guías divertidas pensadas para niños, o para personas con movilidad reducida.
- Alumbrado y gestión inteligente. Farolas que ajustan su intensidad según la presencia de personas o automóviles para ahorrar energía.
- Puntos de acceso público. Zonas con Wi‑Fi gratuito que permiten a turistas subir sus fotos o buscar actividades en tiempo real.
- Movilidad eléctrica. Puntos de recarga y sistemas de estacionamiento con sensores que muestran plazas libres.
- Plataformas digitales y portales de turismo online. Portales donde vecinos y visitantes comparten eventos, talleres o productos locales, fomentando la participación local. Además, se aconsejan plataformas digitales para facilitar reservas de monumentos, alquilar una casa rural o reservar la participación online de talleres en el municipio.
- Redes sociales. Las redes sociales son una puerta al mundo, es interesante sacarles partido para promocionar los principales atractivos de estos municipios inteligentes, así como los avances tecnológicos que se están haciendo para fomentar el turismo rural.
¿Por qué estos avances potencian el turismo rural?
Estas mejoras elevan notablemente la experiencia del turista rural. En ambientes rurales, mantener contacto con la naturaleza sin renunciar a la tecnología aporta comodidad, permite un contacto directo con el patrimonio y facilita la vida a todos los públicos. Además, estas iniciativas apoyan el desarrollo económico local: guías digitales, aplicaciones turísticas y servicios sostenibles crean nuevas oportunidades alrededor del turismo rural.
Asimismo, estas actuaciones refuerzan el compromiso sostenible, lo que ayuda a conservar el entorno y lo convierte en atractivo para visitantes comprometidos con el medio ambiente.
Conclusión
El avance tecnológico está rediseñando el turismo rural y los pueblos inteligentes se han subido al carro de este cambio. Se trata de integrar innovación sin romper la esencia de la vida rural. Por ejemplo, Valdepeñas de Jaén, con su patrimonio y entorno natural, tiene ante sí una oportunidad magnífica para convertirse en un destino inteligente: sostenible, conectado y lleno de vida. ¡Y poco a poco lo está consiguiendo!